El viernes viví una situación
sumamente incomoda mientras viajaba en el metro con rumbo a la escuela. No
recuerdo exactamente en qué estación, pero repentinamente me percaté que la señora
y la niña que viajaban sentadas junto a mi veían algo con
mucho interés, que según sus caras les resultaba intrigante y
divertido. Giré la cabeza siguiendo sus miradas y vi a un hombre y una mujer
negros, que viajaban parados cerca de la entrada del vagón; eran muy
altos, ella llevaba su cabello largo totalmente trenzado y hablaban fuerte en
una lengua que no pude reconocer. Observé a los demás usuarios y la mayoría los
miraba con mucha curiosidad.
Gracias a que he investigado sobre el
tema del racismo en México, una serie de respuestas y observaciones vinieron a
mi mente. Incluso justificaciones hacia la actitud de estas personas. Reconozco
que la mujer tenía un cuerpo que muchos considerarían voluptuoso y
su cabello resaltaba mucho. Me encontraba en este punto cuando...
Aficionado racista en la mira del Chelsea www.centraldeportiva.com - |
"¡Mira a la negrita hija, parece
changuito!" La frase retumbó en el vagón. No pude evitar mirar a la señora
que viajaba junto a mí con todo el desprecio que pude; los demás sólo
la miraban con un gesto extraño, como el que uno pone cuando contiene con todas
sus fuerzas sonreír. Lo peor de todo fue que la señora en cuestión pareció
no darse cuenta de lo que había hecho y alentaba a su hija con una sonrisa
y señalando con el dedo a la mujer que había comparado con un
simio. Juro que no le dije nada porque de haberlo hecho
hubiera terminado retenido en esas pequeñas
y míticas oficinas del metro en las que dicen, llevan a algunos de
los que cometen alguna especie de abuso.
Luego de unos minutos los negros se
bajaron del vagón, al parecer sin percatarse de la situación tan
aberrante en la que se habían encontrado. Yo estaba muy enojado
y avergonzado a la vez; por el comentario y de ser parte de esta sociedad.
No me sorprende que la gente tenga
estos estereotipos sobre los negros, ni que haga este tipo de comentarios de
manera cotidiana, los cuales no considero inocentes, pues siempre tienen una
carga de menosprecio y son profundamente racistas. Esto sólo es
resultado de la educación que se nos ha dado, llena de prejuicios.
No tengo la solución y
sinceramente no quiero escribir una opinión sumamente profunda sobre esto como
lo harían otros. Solamente quería y tenía que quejarme.
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